El jugador del primer equipo masculino del Arrate Eibar Eskubaloia, Asier Larrañaga (Beasain, 1989), comenzó a practicar este deporte algo más tarde que los demás compañeros de su edad, aun así, ha aprovechado muy bien todos estos años de carrera y le ha sacado todo el jugo al balonmano. Estaba en la JD Arrate cuando desapareció y no podía dejar la oportunidad de volver y acabar su carrera en nuestra ciudad. Y vaya regreso, a pesar de no haber conseguido el objetivo final, los chicos han realizado una temporada para enmarcar. De eso y mucho más hemos hablado con el protagonista.
-No se ha podido conseguir el ansiado ascenso, pero habeis completado un gran año. ¿Vosotros también os quedais con esa sensación?
Sí, puedo confirmar que ha sido una temporada espectacular. Aguantamos en primer lugar desde el principio, y a pesar de no obtener el premio final, es de enmarcar el trabajo realizado por los jugadores, técnicos y directivos.
-¿Qué es los que más destacarías de manera positiva?
Diría que muy pocos equipos han logrado aguantar imbatidos hasta el partido final, y eso certifica el primer lugar, claro. Destacar también el reparto de minutos entre jugadores de categorías inferiores, hecho que sin duda dará fuelle al club para seguir creciendo. Hemos tenido compañeros nuevos este año, además, vienen pegando muy fuerte de abajo los jugadores jovenes. Subrayar la integración de todos estos, veo que el equipo tiene un prospero futuro por delante.
-Ahora que lo dejas, ¿qué les dices a todos los compañeros que continuarán en el equipo?
Que sigan trabajando tan bien como hasta ahora y que les animaré desde la grada.
-En la última fase perdisteis más partidos que en toda la liga regular. ¿Cuál crees que fue la razón?
No creo que haya una simple razón. Puedo decir por propia experiencia que el nivel de la fase de ascenso es muy alto, ya que he jugado en cinco fases. De los 15 partidos que he disputado en playoffs de ascenso, tan solo he conseguido vencer uno. Cuando el duelo es ajustado lo deciden pequeños detalles y no es sencillo hacerlo todo bien durante los 60 minutos.
Si analizamos uno a uno todos los partidos de la última fase, en el primero una desconexión de 10 minutos nos condenó. En el segundo, la ansiedad o no se que nos impidió sacar lo mejor de nosotros. Para el tercer y último partido, estaba todo decidido, aun así quisimos dedicar una victoria a nuestra afición. A pesar de ir por detrás en el marcador, supimos remontar para terminar con un buen sabor de boca.
– aSon años especiales por los aniversarios. ¿Cómo viviste la desaparición de la JD Arrate? ¿Y la trayectoria de 10 años del Eibar Eskubaloia?
Fue una noticia muy triste. Tras la pretemporada de agosto, la ilusión de 15 chavales de jugar en la Asobal se fue al garete. Recuerdo que había una manera de solucionar la deuda, pero al final no se llevó a cabo por falta, en parte, de ayuda institucional. Por aquel entonces estudiaba en la Universidad de Mondragón, por lo que me uní al equipo de Arrasate.
La desaparición del Arrate trajo la creación del Eibar Eskubaloia y hay que renmarcar la labor de este club durante sus 10 años de existencia. Comenzaron en las categorías más bajas del balonmano y ya han jugado varias fases de ascenso. Eso es es señal de que se están haciendo muy bien las cosas, sin duda. Está claro que el Arrate en su día era un club profesional y que el Eibar Eskubaloia no lo es, aunque se están dando pasos agigantados hacia ello. La disputa de la fase de ascenso en Eibar es un claro ejemplo de ello. A ver si las instituciones y las empresas privadas se dan cuenta de que hay un club en la ciudad que no para de crecer y aumentan las ayudas.
–En el pueblo parece que la afición por el balonmano vuelve a florecer, ¿cómo lo veis vosotros desde dentro?
El número de personas que ha movido esta fase de ascenso ha sido espectacular y estamos muy agradecidos por todo el apoyo recibido. Se formó un ambiente excepcional las tres jornadas que duró el torneo. Jugar el resto del año con este ambiente sería el sueño de cualquiera. Respecto a los de casa, destacar que esta clase de citas suelen atraer a los más jovenes, y eso es muy positivo para el futuro de un club. Yo, siendo de otro lugar, siento mucha envidia por los jóvenes de esta ciudad, ya que tienen un club en casa con una gran estructura, con una pista de primera categoría y con unos técnicos y entrenadores sobresalientes, desde los más pequeñitos hasta los primeros equipos, tanto chicas como chicos. Sería muy bueno que se tuviese en cuenta ese tesoro.
–Nos hemos enterado que estás a punto de abandonar la disciplina. ¿Contento con tu trayectoria? ¿Algo que cambiarías?
Sí, así es, esta ha sido mi última temporada. He jugado en todos los equipos que he querido siempre y estoy muy contento con el camino realizado. Al jugar tantas temporadas en tanto sitios he podido conocer a mucha gente. Y al final te quedas con eso, con todos los que has conocido y los momentos vividos con ellos.
–Aquí, por ejemplo, también has tenido grandes vivencias, ¿con cuáles te quedas?
Como ya he dicho anteriormente, me quedo con toda la la gente que he conocido. Jugadores, rivales, entrenadores, fisios, delegados, directivos, etc. Entrenamientos, los viajes con sus partidos, pasas mucho tiempo con las mismas personas y te sientes parte de una familia. Voy a echar mucho de menos el gran ambiente del vestuario. La pareja Arrate Eibar siempre los llevaré dentro de mi por el trato recibido. Nos recibieron con los brazos abiertos, tanto a mi hermano Mikel como más tarde a mi. Estamos muy agradecidos.
-¿Seguirás ligado al balonamno o vas a tomar otro camino a parte?
Voy a coger un camino relacionado al deporte, aunque todavía no tengo decidido exactamente cual. Necesitas dedicarle mucho tiempo al balonmano de este nivel, y eso hace que tengas que quitarlo por otro lado. Ahora me ha llegado el momento de dedicarle tiempo a todo aquello que no he podido, es el momento de vivir otra clase de experiencias. También habrá tiempo para disfrutar del balonmano en Ipurua, pero esta vez desde la grada.