Mikel Zuloaga Ariño, jugador de Primera Nacional, con 32 años, ya lleva diecisiete de ellos jugando a balonmano. Es un jugador con experiencia y tiene claro qué es lo mejor que le ha dado el balonmano. Esta semana hemos podido hablar con él.
Cuentas con con una lesión importante. ¿Cómo vives el tener que ver las vicisitudes del equipo desde la grada?
No diría que la lesión sea grave, o eso espero. Me han hecho pruebas en la rodilla y han ido bien; tiene pinta de ser una tendinitis pero Fernando y yo tomamos la decisión de parar un tiempo porque al fin y al cabo el objetivo que había a principios de año estaba conseguido y no tenía sentido forzar la lesión por la fuerza. En primer lugar, cuando aparece el dolor, es importante parar. He estado con el masajista, me han hecho unas pruebas y ahora espero los resultados. Sin embargo, tengo la intención de volver a jugar después de Semana Santa. ¿Y tener que ver partidos desde la grada? Siempre lo he llevado mal, prefiero jugar, desde fuera siento impotencia cuando las cosas no van bien, no poder hacer nada para ayudar… Pero me gusta lo que estoy viendo, vemos que los jóvenes están bien, que van mejorando… Sin embargo, está claro que a quien le gusta jugar nunca le resulta fácil ver a su equipo desde fuera.
Os mantenéis en medio de la tabla. ¿Dirías que el descanso de la última semana dará fuerza al equipo?
Estos descansos siempre vienen bien, sobre todo cuando son al final de temporada. La temporada se hace larga y la gente suele estar tocada, lesiones, dolores… Siempre viene bien parar un poco.
¿Cuáles eran vuestros objetivos a principio de temporada? ¿Prevés que se cumplirán?
A principio de temporada creo que todos nos sorprendimos del buen inicio que hicimos. El año pasado hubo bajas muy importantes y creo que nadie esperaba andar como lo hemos hecho este año. Diría que la respuesta del equipo ha sido muy buena; tuvimos un mal mes, hemos perdido algunos partidos que no debíamos perder y creo que ahí dimos un salto a nuestro sitio, al lugar que nos correspondía. ¿Que ahora podríamos estar mejor en la clasificación? Seguramente sí, pero tampoco creo que estaríamos entre los dos o tres mejores equipos de la liga, ese no es nuestro objetivo. Estamos en mitad de la tabla y viendo lo que hay alrededor creo que ese es nuestro sitio. Si a principios de año nos hubieran dicho esto, creo que lo firmaríamos todos.
¿Cómo crees que será tu futuro en el balonmano?
Tras diecisiete años creo que el balonmano me ha dado muchas cosas y después de tanto tiempo quizá no estés del todo dispuesto a ceder tu deporte. Siempre piensas «este va a ser el último año» y luego pasan esos años y siempre viene otro. Siempre he dicho que hay que aprovechar al máximo el tiempo porque creo que una vez lo dejas luego nunca vuelves a jugar al mismo nivel. Es mejor estirarlo que dejarlo y empezar de nuevo. Es verdad que yo he tenido suerte en los últimos años porque no he tenido ninguna lesión grave y eso me ha permitido seguir jugando. Más que físicamente, mentalmente a veces se nota el cansancio: trabajo, falta de tiempo… Limita mucho estar en la dinámica de un equipo. Pero mi futuro no lo sé, estoy muy a gusto con el equipo, con la gente… Si no fuera por la lesión en la pierna, diría casi con seguridad que seguiría mirando a la próxima temporada. Si la pierna me permite seguir jugando, igual lo hago.
Por otra parte, me pregunto si, si dejara de jugar, haría de entrenador todas las semanas. Creo que no. ¿Quizá como ayudante de los pequeños en algún partido? Quizá algo así, pero si tuviera que ir cuatro veces al polideportivo cada semana lo haría para jugar.
¿Y el pasado? ¿Qué experiencia destacarías?
He vivido momentos muy difíciles pero muy buenos en este deporte. He jugado un montón de fases y ese es el mayor premio que puede haber para mí en el balonmano, al menos teniendo en cuenta cuál es el nivel en el que jugamos, no somos profesionales. Pasar el fin de semana con el equipo fuera, el ambiente que se vive, jugar tres partidos… Una vez has ascendido jugar en un nivel superior está bien pero la propia fase es un premio mayor. También es verdad que los mayores golpes los recibes en las fases: con el Arrasate he jugado unas cuatro fases, con el Eibar un par… Y cuando no subes el golpe duele. Hay días que lo pasas mal y cuando pasa el tiempo valoras los momentos pasados con el equipo.
Quizás diría que el momento más destacado fue la fase de 2013, cuando subimos con el Arrasate. Y si no, la última que jugamos con el Eibar en casa, pero el golpe fue duro porque perdimos. Y apate todos los amigos que he hecho, claro, se hacen relaciones muy estrechas. Eso lo valoro mucho sin duda.
Y la última pregunta… Si tuvieras la oportunidad, ¿Qué les dirías a los más jóvenes del Eibar Eskubaloia?
Si les gusta el balonmano, que sigan jugando. Hacer las cosas bien y ahora, siempre habrá tiempo para hacer otras muchas cosas después. Para jugar a balonmano solo hay algunos años y quizá luego aparezcan otros deseos. Si tienes la oportunidad, no dejes de jugar a balonmano.