El Eibar Eskubaloia continúa su puesta a punto con nuevas incorporaciones. Recordemos que la pretemporada comienza el 24 de agosto y al de una semana disputan su primer torneo, la Copa de Euskadi. Además de las renovaciones que habido esta última semana hay que sumar las nuevos fichajes y aparte de los jugadores que sube Fernando al primer equipo procedentes del filial y el juvenil, hay que añadir a los recién llegados, dos caras nuevas que conocen perfectamente Ipurua: Ander Ballesteros y Lander Casado.
Ambos han pasado por el club eibarrés y ambos estuvieron tres temporadas a las órdenes del míster Fernando. Jugadores que sin duda sumarán para los armeros. Ander llega desde División de Honor donde jugaba con el Amenabar Zarautz: “Los primeros pasos los di en el Pulpo. Después jugué tres años en Eibar y otros dos en Zarauz. Por cosas de la vida he acabado volviendo a Eibar”, afirma el de Zumaia. Conoce muy bien tanto la pista de Ipurua, así como los compañeros de equipo y el entrenador Fernando: “Quizá se haya perdido un poco la relación estos últimos dos años, pero creo que Fernando ya se acordará de mí. Y los amigos, siempre seguirán siendo amigos. Los compañeros de equipo son algo más que conocidos para mí”.
Además, confiesa que llega con unas ganas tremendas de volver a vestir la camiseta armera. “Personalmente vengo a disfrutar de mi juego, a disfrutar del balonmano y hacer que los que acudan cada 15 días a Ipurua también disfruten”. El guipuzcoano no se vuelve loco con los objetivos del equipo y tiene claro lo que tiene que hacer el equipo: “Una frase que hoy en día está bastante de moda: partido a partido. La plantilla está compuesta por jugadores interesantes, que después de tanto tiempo de estar parados, llegan con muchas ganas, yo incluido”.
El segundo fichaje del Somos Eibar procede de Ordizia. A pesar de no jugar la temporada pasada, Lander Casado retorna con esperanzas y ganas al equipo. Disputó tres temporadas en el club armero y dos más en el Tolosa, demostrando que tiene experiencia en el sector. Además, Lander también conoce a sus compañeros y a Fernando: “Me gusta mucho su manera de trabajar, su acuidad y rigurosidad. Seguramente sea el mejor entrenador de la categoría”, lo alaba Lander. “Ya conozco algunos compañeros de antes. Y los que no, creo que los conoceré en seguida, sé que el ambiente en ese vestuario es genial”.
Sabe que el estar un año sin jugar le va a hacer trabajar más que al resto, pero no le preocupa y se esforzará en el empeño: “Conozco el sistema de juego e intentaré meterme en la dinámica del equipo lo antes posible. Y luego veremos cómo me amoldo. Je je”. Tiene claro cuál debe de ser el devenir del equipo, y que con esfuerzo y trabajo pueden lograr todos los objetivos que se propongan. “Tenemos que ser lo más competitivos posibles, hacer el mejor juego que podamos. A medida que pasen las jornadas veremos hasta donde podemos llegar”.