Este fin de semana, el Eibar Eskubaloia afronta dos emocionantes compromisos, el viernes a las 20:45 el equipo femenino se medirá en casa en un derbi cargado de intensidad, mientras que el equipo masculino viajará a Rentería el sábado para enfrentarse al Ereintza.
El equipo femenino regresa a casa después de dos semanas jugando fuera, y lo hace nada menos que en un derbi que se disputará este viernes a las 20:45. Sin duda, será un partido complicado, sobre todo por las bajas que las eibarresas arrastran: la ya conocida ausencia de Amaia por lesión de larga duración, a la que ahora se suma Garazi, quien tampoco podrá participar. Estas ausencias obligarán al cuerpo técnico a hacer ajustes en la defensa para intentar frenar a un equipo visitante que aspira claramente a luchar por las dos plazas de ascenso.
El rival ya es bien conocido por el Éibar, ya que la pasada temporada estuvieron a las puertas de la fase de ascenso y este año vuelven a posicionarse como favoritas. Para poder competir, las eibarresas deberán ser capaces de leer bien la defensa rival y minimizar los errores, un aspecto clave si desean sacar algo positivo del encuentro. En defensa, tendrán que estar muy atentas a la máxima goleadora rival, Maren Unanue, evitando que encuentre espacios para lanzar desde el extremo, así como a sus primeras líneas, quienes destacan en los duelos individuales.
El objetivo para este encuentro es claro: imponer su propio ritmo de juego, ser eficaces en ataque y mantenerse en el partido hasta los minutos finales, para poder jugar sin presión y tener opciones de sorprender a un equipo que, sobre el papel, es favorito para llevarse el derbi.
El sábado será el turno del equipo masculino, que se desplazará a Rentería para medirse al Ereintza, en un partido que promete ser una buena oportunidad para resarcirse de la última derrota en Ipurua frente al Barakaldo. En ese encuentro, una mala segunda parte condenó al Éibar, que ahora busca mostrar su competitividad lejos de casa contra un Ereintza que se presenta como un equipo joven, sólido y con un juego veloz. Los locales mantienen el bloque del año pasado, pero con la novedad de un cambio en el banquillo, ahora dirigido por Itziar Aldaburu.
Los eibarreses tienen la duda de Arriola y Garikoitz por cuestiones físicas y de Aitzol por enfermedad. Estas posibles bajas podrían afectar el planteamiento del equipo, pero el objetivo es claro: ser competitivos fuera de casa contra un rival que, aunque aspira a estar en la parte media-alta de la tabla, ofrece una buena oportunidad para medir el nivel del conjunto eibarrés.
Con estos partidos a la vista, ambos equipos del Eibar Eskubaloia buscarán recuperar sensaciones y demostrar que pueden competir al máximo nivel, tanto en casa como fuera.